Esfuerzo y dedicación nos dan una buena recompensa
Ex corresponsal escolares de La Industria descubrió vocación en nuestro programa.
Winnie Gianly Pauca Castillo
Ex corresponsal escolares de La Industria descubrió vocación en nuestro programa.
Winnie Gianly Pauca Castillo
Una vacante… Era lo único que esperaba desde el 03 de enero de este año. Era un cupo a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT), y sabiendo que no iba a llegar del cielo, decidí ganármela ese privilegio de ser parte de tan prestigioso centro superior de estudios.
Aún recuerdo cuando decidí estudiar derecho, a pesar que en mi salón del colegio Sagrado Corazón había una corriente de que todos deberíamos estudiar una carrera de ciencias. Fue en el Programa de Corresponsales Escolares de La Industria donde se despertó en mí el interés por las letras, el dominio del lenguaje, la necesidad de hablar bien para convencer y la lectura.
Al principio parecía que el destino estaba en mi contra. Se me cerraron todas las puertas, especial las económicas, por lo que no pude estudiar en una academia y decidí prepararme sola en casa para postular en marzo al examen ordinario.
Una de las cosas que más me motivaron a seguir adelante fue el lamento de mis padres. Ellos me pedían perdón por no poderme pagar una academia para prepararme. Lo bueno es que siempre sentí que Jesús siempre estuvo conmigo.
Al empezar mi la preparación en mi casa, me dí cuenta de lo importante que fue aprovechar mi las clases que me impartían en mi colegio. Hubo varios temas a los que sólo les di una leída, pues los recordaba perfectamente. A decir verdad, la educación que recibí en el Colegio Sagrado Corazón fue otras de mis grandes fortaleza.
Venzamos nuestros miedos
En todo momento traté de estar optimista; pero pronto llegaron los miedos y las ideas pesimistas de los demás, que me decían: “Admítelo amiga, nadie entra a la primera a la Facultad de Derecho, mucho menos sin haber estado en academia”.
Y postulé la primera vez. El día del examen me dejé llevar por esas ideas pesimistas, pero traté de recuperarme y darlo mejor de mí, pero lamentablemente no ingrese. Obtuve 174 y el mínimo fue 185, a pesar de eso me sentía orgullosa.
La pena me duro media hora. Me recuperé y decidí seguir estudiando para el examen de setiembre. Debería seguir estudiando sola en casa, con el mismo método, la misma confianza, el mismo ahínco, pero con la fe más grande que nunca.
Una luz de esperanza
Dios siempre amigo, me presentó una oportunidad y fui becada por Círculo Solidario para estudiar en Cepunt, ¿Qué?.. ¿Cepunt? Yo sabía que Cepunt era difícil, así que estaba aterrada; pero no tenía otra opción. Así que empecé mi travesía por Cepunt. De nuevo volvieron los mitos y las ideas pesimistas: “Los de la tarde no ingresan; Cepunt es sólo para competir, sólo los del tercer piso obtienen mayormente vacantes. Hay gente que ya tiene varios cepunes ”, etc.
Estaba decidida ¡Esta vez tenía que ingresar! Plantee mis propias expectativas y recordé la cara de mi madre todos los días sacando hasta de por debajo de las piedras dos soles para mi pasaje y si algo mas se pudiera cincuenta céntimos porsiacaso. ¿Cómo no iba a estudiar?
Llegan los triunfos
Tal vez mi día valía dos soles, pero acordarme de mi madre y mi padre, me empeñaba así estuviera cansada a seguir, a seguir confiando, a seguir creyendo que existe una posibilidad. Pronto obtuve resultados: sétimo puesto en el primer sumativo; segundo lugar en el segundo. Todos mis triunfos los celebraba con las chicas de confirma que viernes a viernes eran las causantes de mis inasistencias al Cepunt, por solo compartir una palabra de aliento con ellas y también con los niños de Buenos Aires Sur, que me motivaban todos los domingos, perdiendo así casi todos mis exámenes simulados.
Pero había fe en mí, y tenía un millón de angelitos rezando por salir bien en el último examen. La última semana se me hizo difícil, soy joven y también extrañaba la música, el internet, etc. Pero valió la pena. El domingo 15 de agosto, salí del examen con la confianza de haber cumplido mi meta de obtener una vacante, pero Dios me regalo más, cuando mencionaron mi nombre en primer puesto a Derecho.
Estaba sorprendida y la gratitud hacia todos aquellos que confiaron en mí no me alcanzaba en el pecho, escuchar mi nombre y pellizcarme para ver si era yo, fue algo que movió mis entrañas y de pronto entendí que valió la pena todo este esfuerzo y todos estos miedos, ¡no existe la suerte, sino la fe!, y mientras haya una mínima esperanza en ti, la posibilidad ahí esta, ¿eres joven verdad? Entonces eres original, tú te construyes, tú transformas tu vida, tú mides de qué tamaño quieres que sea tu sonrisa, tú decides. Empieza a vivir.
Todavía me va a faltar vida para agradecer estas cosas, pero también hay que guardar fuerza para seguir adelante, hay que guardar aliento para dárselo al otro. ¡¡Wuau!! Si no se puede de una forma, esta la otra, si no tienes nada, inventa tus armas, pero lucha, y mas allá de ser “realista” busca ser optimista, porque lo que más anhelamos se encuentra en el fondo de tu pecho y se llama: felicidad.
Sin duda alguna Winny eres un ejemplo de optimismo, y si bien te comenté que alguien escribiría algo sobre ti, ahora veo que eso se ha realizado, tu esfuerzo y tu dedicación serán premiados poco a poco esto es sólo una pequeña muestra. Recuerda que: "TU PUEDES HACER TODO LO QUE LOS DEMÁS HACEN PERO MUCHO MEJOR, si le pones esfuerzo y dedicación"....Eres un ejemplo de joven luchadora humilde, y yo agradezco a Dios por haberte conocido...A pesar de tener casi mi edad, eres mi modelo a seguir, por ti desenpolvaré mis rudimentarias armas y saldré a luchar contra los aparentemente poderosos obstáculos que pone este complejo mundo...extenderé mis alas para conseguir un nuevo día, entrégandome a mi fe en Cristo...el 100% de mi esfuerzo más el apoyo de Dios...se que serán dos armas muy poderosas con las que podré alcanzar mis objetivos.....Cristina-16 años.
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